Este asunto no es sencillo: es algo muy importante y de enorme responsabilidad. Debes estar preparado para entenderlo y saber reconocer si esa persona es adecuada para ti; si es, en general, lo suficientemente madura para ser tu esposo o tu esposa. No olvides que la razón tiene un valor inestimable cuando se trata de elegir a tu compañero o compañera de vida. Por eso, no rechaces sus argumentos, aunque no coincidan con los de tus propios sentimientos. De lo contrario, te arrepentirás amargamente. (...)

Entonces, primero debes entender en qué consiste el matrimonio y qué es formar una familia. Aprenderlo, desde luego, no en revistas, novelas, películas o en cualquiera otro de los productos de la “cultura pop”. Todos esos productos tienen como único propósito la distracción, y lo que a ti te interesa aprender es un asunto completamente serio. Así las cosas, debes procurar informarte con literatura especializada. Es bueno, también, que platiques con parejas que llevan ya muchas décadas de feliz matrimonio.

Entendiendo qué es la familia, su importancia, su belleza y lo infelices que podemos llegar a ser si elegimos erradamente con quién fundar la nuestra, empezarás a apreciarte de mejor manera a ti mismo/misma, a darte cuenta de cuán preparado estás para ser un esposo o una esposa buena y, ante todo, aprenderás a elegir a la persona que será tu otra mitad.

(Traducido de: Dragostea adevărată. Taina dragostei înainte și după căsătorie, Ediție alcătuită de Dmitry Semenik, Editura Sophia, Bucureşti, 2009, pp.183-184)