¡Confíen su futuro a la Divina Providencia!
Sin la voluntad de Dios, ni una roca podría ser removida, ni una hoja de árbol caer a la tierra.
Sin la voluntad de Dios, ni una roca podría ser removida, ni una hoja de árbol caer a la tierra. El Buen Dios no deja de ofrecerle sugerencias al hombre. Algunas veces lo ilumina, otras le envía consuelo por medio de alguna otra persona, otras veces le dará una señal. La infinita misericordia de Dios utiliza todos los medios posibles para atraer al hombre y así salvarlo. Dios ayuda al hombre, sea por medio de un guía espiritual, sea por medio de un ángel que vendrá a iluminarlo, sea con algún pensamiento bueno, o por medio de cierta revelación espiritual que se le concede.
(Traducido de: Arhiepiscopul Andrei Andreicuț, Mai putem trăi frumos? Pledoarie pentru o viaţă morală curată, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 39)