¿Cuál debe ser el ritmo diario de mi vida?
Acuérdate constantemente de la muerte, del Juicio de Cristo y de la eternidad. Con estos pensamientos, como con un látigo, apartamos la tristeza y el tedio.
¿Cómo debería vivir mi vida?
—Así es como debes vivir: cuando te levantes, agradécele y dirige tus oraciones a Dios. Cuando regreses de la iglesia, lee algo de provecho para tu alma, y después dedícate a tus trabajos. Cuando sientas que has trabajado lo suficiente, detente y ora un poco. Al terminar, lee algo nuevamente, y después retoma tu trabajo. Este debe ser el ritmo de tu vida diaria: orar, leer, trabajar. Y, cuando trabajes, procura mantener la mente dirigida a Dios, pidiéndole que se apiade de ti y te ayude. Si haces todo respetando este orden, sentirás que lo haces con agrado y perseverancia. Este cambio traerá consigo el ahínco y alimentará tu devoción… Además, acuérdate constantemente de la muerte, del Juicio de Cristo y de la eternidad. Con estos pensamientos, como con un látigo, apartamos la tristeza y el tedio.
(Traducido de: 1000 de întrebări și răspunsuri duhovnicești, Editura Egumenița, Galați, 2005, p. 46)