Palabras de espiritualidad

Cuando los Santos salen en peregrinación...

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

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La Ortodoxia somos nosotros, todos. Vivamos para demostrar la fuerza de los Santos. Hoy son ellos quienes salen en peregrinación, buscándonos a nosotros. ¡Y en el horizonte ya se vislumbra el Domingo de Ramos!

Es un tiempo en el cual los Santos nos retornan la peregrinación. Desde hace muchos años, específicamente desde 1947, Santa Parascheva no había vuelto a salir de Iași. Los Santos siempre han sido buscados por los fieles, cual abuelos de la santidad que reciben en visita a sus “nietos en la Gracia”. Pero, además, siempre han sido atacados. Tanto ellos como los fieles que los visitan llenos de esperanzas. Humillados y crucificados con comentarios maliciosos, los Santos siempre han permanecido cerca de nosotros. En sus años de experiencia —cientos de años— habrán visto generaciones y generaciones de personas, y habrán salido al encuentro de cada generación con sus particularidades, con sus avances y sus retrocesos morales.

¡Y... hoy los Santos vienen a nosotros! Como unos que aman a los que los aman. ¡Pero también amando a quienes no los aman! Vienen a fortalecer la estructura más sensible del hombre: su alma. Porque no hay otros medicamentos que no sean ellos, tan próximos a Dios. Y hoy anduvieron por las calles de Bucarest, Iași, Neamț y Botoșani.

Otras reliquias pasaron por Craiova, Constanța y Tulcea, y en todos los lugares en los que se permitió que las santas reliquias salieran en peregrinación. Fue una forma de devolver el coraje de la santidad, por amor a los hombres y entre los hombres. Los más honorables habitantes de las ciudades de donde brotó nuestro país vienen hoy a buscar a quienes necesitan de su beso de aliento. Puede que no sepamos cómo cantarles los troparios que se han escrito para ellos, puede que no conozcamos detalladamente la vida de cada uno, ¡hasta puede que alguna vez hayamos sonreído sutilmente ante los improperios que otros les proferían! ¡Pero hoy son ellos quienes salen a cumplir con la vountad del Señor!

Para los provocadores tengo una sola pregunta. ¿Qué es más fuerte, un país con santos, o uno lleno de infames que atentan una y otra vez contra los valores morales del pueblo? Respetando la ditancia legal, pero a nuestro lado, los Santos sanan del temor a nuestro país. Traen consigo el Cielo, para ayudar a la Tierra. Viéndolo, casi hubiera querido gritarle a la pantalla del ordenador: “¡Que viva la Ortodoxia!”. Pero la Ortodoxia somos nosotros, todos. Vivamos para demostrar la fuerza de los Santos. Hoy son ellos quienes salen en peregrinación, buscándonos a nosotros. ¡Y en el horizonte ya se vislumbra el Domingo de Ramos!.