Cuando reconocemos que solamente por medio del Señor podemos salvarnos…
El sello de Cristo queda grabado en el entero ser del cristiano, y quien lo tenga podrá atravesar las tinieblas de la muerte, sin temer.
El sello de Cristo queda grabado en el entero ser del cristiano, y quien lo tenga podrá atravesar las tinieblas de la muerte, sin temer. Por eso es que tenemos los Sacramentos del Bautismo y la Santa Comunión, a la que antecede la Confesión, para quienes han pecado después de haber sido bautizados. Todo eso está a nuestro alcance, gracias al amor del Señor.
Y nosotros, para poderlo recibir, debemos tener los siguientes estados espirituales: la fe, que da testimonio: “Me he perdido, y solamente por medio de nuestro Señor Jesucristo puedo encontrar la salvación”; el amor, que anhela ofrendar todo por el Señor, sin quedarse nada; y la esperanza, que no espera nada de sí misma, confiando en que el Señor no la abandonará y recibirá de Él todo el auxilio, tanto interior como exterior, durante toda la vida, hasta que sea llevada hasta donde está Él.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Traducere din limba rusă de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, p. 23)