Palabras de espiritualidad

Cuando siento que quiero dedicar mi vida a Dios…

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

Lo mismo pasa con el monje: no puede entenderse más con el mundo. Mira las cosas de otra manera.

Cuando me preguntaron —no por necesidad, sino por simple curiosidad—, respondí que la vida monástica es una locura por amor a Cristo. Ya no anhelo nada de este mundo; deseo, con todo mi ser, hacer algo para Dios. Y, si es posible, dar lo más que un hombre puede ofrecer: retirarme al monasterio. Lo hago, pero es como una necesidad. ¡Estás loco por Cristo! ¿A dónde va el loco? A manicomio, porque es imposible entenderse con él en este mundo, si se trata de una patología. Lo mismo pasa con el monje: no puede entenderse más con el mundo. Mira las cosas de otra manera. Respeta a todos, respeta a la mujer con toda su belleza, porque sabe el importantísimo rol que esta desempeña, y por eso deja de verla igual que antes. La ve de otra forma, pero no como una necesidad propia, sino como una hermana o como un ángel.

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Arsenie, ed. a 2-a, vol. 2, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, p. 83)