Palabras de espiritualidad

Dando testimonio en prisión

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Al entender todo esto, el sabernos en prisión se convirtió en motivo de un enorme gozo para nosotros.

“Desde un punto de vista espiritual, la cárcel fue un logro para nosotros. Pudimos encontrar, reunidos en el mismo lugar, tantos hombres espirituales como no podrías encontrarlos estando en libertad. En Aiud, a donde llegué luego de ser procesado, en 1949, y luego en otras partes, conocí a quienes habían sido detenidos después de 1941, quienes ya eran “veteranos” en la prisión. Algunos de ellos habían alcanzado ya una gran altura espiritual. Para nosotros, que habíamos sido arrestados en 1948 y después, esos presos fueron verdaderos salvadores. Aturdidos por los largos procesos a los que habíamos sido sometidos, el contacto con aquellos hombres luminosos nos ayudó a espabilar. Ellos nos ayudaron a darnos cuenta del sentido cristiano de nuestra lucha, del hecho que éramos parte de un frente cristiano en contra de la bestia apocalíptica. Pensábamos que sufríamos por causa de nuestros pecados, pero gracias a aquellos hombres comprendimos que habíamos sido llamados por Cristo a las barricadas, en nombre de nuestro pueblo. Así, al entender todo esto, el sabernos en prisión se convirtió en motivo de un enorme gozo para nosotros.

Por eso es que digo que ellos nos salvaron, porque nos enseñaron el camino de la supervivencia. Es interesante cómo, luego de siete u ocho años de prisión, habiendo sido arrestados cuando eran muy jóvenes, a los diecisiete o dieciocho años, aún conservaban la inocencia y la pureza de un niño, de tal suerte que parecía que los años no habían dejado ninguna huella en ellos. Parecían incluso más jóvenes que aquellos de nuestro grupo que aún no alcanzaban los veinte años. Eran muy luminosos, vigorosos, maduros y sabios”.

(Traducido de: Sfântul Închisorilor, Alba Iulia, 2007, p. 52)

 

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