De cómo Dios gobierna todo con equilibrio
Cuando escuchemos al Señor decir: “El que de vosotros no renuncie a todos sus bienes, no puede ser Mi discípulo” (Lucas 14, 33), tenemos que entender que no se refiere solamente a las riquezas materiales, sino también a todo lo malo.
Aquel que se aprovecha de su semejante, sea por dinero, o para obtener la Gloria de este mundo, o buscando algún placer terrenal, desconoce que Dios gobierna todo con justicia.
Cuando escuchemos al Señor decir: “El que de vosotros no renuncie a todos sus bienes, no puede ser Mi discípulo” (Lucas 14, 33), tenemos que entender que no se refiere solamente a las riquezas materiales, sino también a todo lo malo.
El que no conoce la verdad no puede creer verdaderamente, porque el conocimiento por naturaleza precede a la fe.
(Traducido de: Sfântul Cuvios Marcu Pustnicul, Scrieri, Editura Egumenița, Galați, 2008, p. 197)