De la forma de vida de los ascetas y su actualidad
Si tienes que luchar y estas solo, no condenes a tus amigos, y si estás con muchos, obedece a tu Señor, Quien dijo: “Todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres hacedlo también vosotros con ellos” (Mateo 7, 12).
Si tienes que luchar y estas solo, no condenes a tus amigos, y si estás con muchos, obedece a tu Señor, Quien dijo: “Todo lo que queráis que hagan con vosotros los hombres hacedlo también vosotros con ellos” (Mateo 7, 12). Y si por necesidad, por el tormento de tu cuerpo, debes servirte a ti mismo todo el tiempo, procura no perjudicar a tu semejante.
Por esta razón, los padres más experimentados, después de elegir un método, una vez empezado, lo practicaron hasta el final. Porque durante cuarenta o cincuenta años siguieron practicando la misma disposición de privaciones y ejercicios espirituales, como la templanza, el ayuno, el control de la lengua, el hábito de dormir sobre el suelo, cultivar una mente humilde, practicar la mansedumbre, la fe y el amor, y todo el tiempo pidiendo lo que es mejor para el crecimiento espiritual. Además, el desapego a toda cosa terrenal y una vida llena de modestia, con vigilias y oración con lágrimas. Asimismo, no se permitían reír, sino solamente esbozar una ligera sonrisa cuando estaban alegres. Porque todos ellos supieron vencer el orgullo, y en ellos se secaron el enojo y la ira, hasta extinguirse por completo. Despreciaban el oro y la plata y así fue como se purificaron. Por eso, Dios vino a morar en ellos, y ellos mismos y quienes oyeron hablar de ellos glorificaron a Dios.
(Traducido de: Sfântul Efrem Sirul, Cuvinte și învățături vol. 1, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 127)