Palabras de espiritualidad

De por qué es necesario aprender a obedecer y a vivir en comunidad

  • Foto: Elisei Roncea

    Foto: Elisei Roncea

La vida en este mundo se basa en la fuerza y la coerción. El propósito del cristiano es todo lo contrario. Nada de eso concierne a la vida eterna. Ningún acto hecho a la fuerza podría salvarte.

Cuando tenemos algún problema, los más grandes se ponen al servicio de los demás. Es la única salida posible. Como dice Cristo, quienes quieran ser los más grandes, tienen asumir el rol de sirvientes y esclavos, incluso de los más débiles.

La vida en este mundo se basa en la fuerza y la coerción. El propósito del cristiano es todo lo contrario. Nada de eso concierne a la vida eterna. Ningún acto hecho a la fuerza podría salvarte.

En la vida en una comunidad (monástica), la obediencia nos lleva a entender, poco a poco, la psicología del otro. Aprendiendo a convivir con otra persona, aprendes a vivir con millones de indiviudos semejantes a ella. Con esto, gradualmente vas alcanzando un profundo sufrimiento por la humanidad entera. Luego, es necesario que nuestro espíritu se desarrolle en todas las dimensiones del ser humano, y no solamente al nivel de las actividades y cargas diarias. Todo lo demás, como los detalles menores y las pequeñas tribulaciones, es, por supuesto, algo inevitable, pero tampoco constituye la finalidad de nuestra vida. Nuestro objetivo, así, es parecernos lo más posible a Cristo.

Si soy incapaz de soportar una pequeña comunidad de monjes, ¿cómo podría soportar, como Cristo, a la humanidad entera en el tiempo y en el espacio?

(Traducido de: Arhimandritul SofronieDin viață și din Duh, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2014, p. 50)