Debemos orar por nuestros hijos
Lo que se enseña con amor es siempre de provecho. Sólo eso que se enseña a la fuerza jamás produce frutos.
Educar correctamente a sus hijos es una obligación de todo padre de familia. Luego, ¿a qué le temes? Lo que se enseña con amor es siempre de provecho. Sólo eso que se enseña a la fuerza jamás produce frutos. Para que el Señor libre a tus hijos de aflicciones, debes orar día y noche. ¡Porque Él es misericordioso! Dios tiene muchas formas de frustrar las penas que podrían venir en camino, sin que nosotros tan siquiera lo sepamos. Dios sabe conducir todo. Es sabio, Todopoderoso y Clemente. Y nosotros pertenecemos a Su reino. ¿Cómo desanimarnos, entonces? Él nunca deja a los Suyos. Tu única preocupación debe ser no ofenderlo, para que no te borre del número de los Suyos. ¡Que el Señor te bendiga!
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Mântuirea în viaţa de familie, Editura Sophia, București, p. 79)