Del sueño antes y después de la Divina Liturgia
Nuestro enemigo espera la ocasión para venir a tentarnos...
Un poco más allá de donde está la celda de San Nilo, pasando por la zona llamada “Hairi”, en dirección sudeste, se llega a la skete Giannakopoula. Durante muchos años, ese lugar fue habitado por un venerable padre espiritual, cuyo nombre era Gabriel. Siendo el sacerdote a cargo de la iglesia de la skete, solía oficiar la Divina Liturgia casi diariamente. Antes y después de la Divina Liturgia, el padre Gabriel no dormía tendido, sino sentado en una silla. Y decía:
—Nuestro enemigo espera la ocasión para venir a tentarnos. Por eso, no tenemos que acostarnos a dormir inmediatamente después de la Liturgia, si no queremos impurificarnos y perder la Gracia que se nos concedió con este Sacramento.
Durante el ayuno de la Cuaresma, no consumía nada que hubiera sido preparado con aceite, y su ingesta consistía solamente en alimentos muy austeros, como pan seco, aceitunas, cebolla y coles.
(Traducido de: Arhimandritul Ioannikios, Patericul atonit, traducere de Anca Dobrin și Maria Ciobanu, Editura Bunavestire, Bacău, 2000, p. 194)