Del tiempo, nuestra existencia y la salvación
San Máximo el Confesor dice que necesitamos del tiempo para llenarnos de Dios, pero sin confundirnos con Él en ese amor.
El tiempo se halla en estrecha relación con nuestra necesidad de crecer. Crecemos en el tiempo, porque nacemos sin la perfección de la unidad con Dios. Existimos, para perfeccionar nuestro ser y, finalmente, para ser consolidados en una bondad y felicidad eternas en Dios. El tiempo es la posibilidad de nuestro crecimiento en Dios. Este crecimiento depende de un progreso en el diálogo con Dios; se hace pleno en un vínculo amoroso con Él. San Máximo el Confesor dice que necesitamos del tiempo para llenarnos de Dios, pero sin confundirnos con Él en ese amor. También el mundo necesita tiempo, porque el mundo y la humanidad progresan juntos. El hombre lleva al mundo consigo. El mundo deviene, entonces, en lo que él mismo logre llegar a ser.
(Traducido de: Dumitru Stăniloae, Marc-Antoine Costa de Beauregard, Mică Dogmatică vorbită, dialoguri la Cernica, Editura Deisis, Sibiu, 2007, pp. 177-178)