Palabras de espiritualidad

Dios nos da lo que vemos en los demás

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Usualmente, cuando los ascetas caían en pecados graves, era porque antes habían juzgado a su prójimo. De esto nos dan testimonio los textos que ellos mismos nos legaron.

Dios nos da lo que nosotros vemos en nuestros semejantes. Si vemos santidad, obtenemos santidad. Y si vemos maldad, maldad es lo que recibimos para nosotros. Nuestro prójimo es como un tesoro al cual acudimos con la mente para adquirir santidad o pasiones, en función de nuestro corazón. Es por eso que el Apóstol Pablo nos exhorta: “Hermanos, si un hombre es sorprendido en alguna falta, vosotros, hombres de espíritu, corregidle con amabilidad. Ten mucho cuidado, pues tú también puedes ser puesto a prueba” (Gálatas 6, 1).

Usualmente, cuando los ascetas caían en pecados graves, era porque antes habían juzgado a su prójimo. De esto nos dan testimonio los textos que ellos mismos nos legaron. Dios nos da esa lección, para que aprendamos a no juzgar las faltas de los demás. Para muchos, la caída en pecado se ha convertido en una oportunidad para arrepentirse con sinceridad, lo cual viene a demostrar que Dios da antes Su Gracia a los que no juzgan, que a aquellos que practican la ascesis con su cuerpo.

(Traducido de: Ierodiaconul Savatie Baștovoi, În căutarea aproapelui pierdut, Editura Marineasa, Timișoara, 2002, pp. 112-113)