Dios nos hace irradiar Su amor a los demás
Tenemos que unirnos a Él con el corazón, y entonces Él nos participará Su amor; y no solamente a nosotros, sino también a quienes nos rodean.
Cualquier cosa que hay sobre la faz de la tierra y en la eternidad es algo divino, obra de Dios, pero sucede que nos cuesta ponermos en acción con todo el corazón. Pero tan pronto como empezamos a trabajar con dudas o titubeos, es que no nos hemos confiado completamente a Dios, para servirle como los ángeles y los santos.
Luego, tenemos que trabajar con denuedo, porque nuestro Dios es el Señor del amor. Tenemos que unirnos a Él con el corazón, y entonces Él nos participará Su amor; y no solamente a nosotros, sino también a quienes nos rodean. Entonces irradiaremos paz, serenidad, amor y bondad, y todos nos buscarán. ¿Por qué? Porque nuestros pensamientos estarán llenos de amor. Y esos rayos racionales son totalmente beneficiosos para los demás.
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, p. 211)