¿Cómo enseñarle al niño lo que es bello en esta vida?
Atrayendo su atención hacia todas estas cosas, que reflejan la belleza divina en este mundo y cultivando su capacidad para contemplar todo esto, ayudamos a formar y transformar el alma del niño, si comenzamos a tiempo.
¿Cómo enseñarle al niño lo que es bello? A mí me parece que es algo muy simple. Sólo hay que atraer su atención hacia la belleza... “¡Mira qué nube tan hermosa!”, “¡Qué atardecer tan bello!”, “¡Qué ave tan linda!”, “¡Qué ícono tan hermoso!”, “Mira las vestimentas del sacerdote... ¿Acaso no son preciosas?”, "¿A que no son lindos los cantos litúrgicos?“, ¿Escuchaste el coro de la iglesia? ¡Qué bien cantan!”, etc. Atrayendo su atención hacia todas estas cosas, que reflejan la belleza divina en este mundo y cultivando su capacidad para contemplar todo esto, ayudamos a formar y transformar el alma del niño, si comenzamos a tiempo.
Puede que, en un momento dado, el niño se sienta atraído por determinada clase de música, por cierto género de películas o quién sabe qué otras cosas... es un ser curioso. A nosotros, los adultos, pocas cosas nos interesan con entusiasmo y casi no nos hace falta nada. No obstante, al niño le interesa todo, quiere probarlo todo, quiere conocer y entender todo lo que existe. Mas, si ha sido educado en el espíritu de la belleza verdadera, renunciará pronto a las cosas fútiles, después de conocerlas y entender en qué consisten.
(Traducido de: Educarea copilului: sfaturi ale duhovnicilor și psihologilor ortodocși, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, București, Editura Sophia, 2013, pp. 30-31)