A dónde debemos dirigir nuestro esfuerzo
Lo más importante es salvarnos el alma, porque todo lo demás es insustancial. En este mundo todo es cambiante.
«Tenemos que dejar todo a la voluntad de Dios, incluso nuestra partida de este mundo. El Señor nos da la sabiduría necesaria para no aferrarnos a las cosas del mundo, por valiosas que nos parezcan, y buscar las del Cielo, para salvar nuestra alma. Todo lo terrenal tiene que ser valorado como lo que es, con un valor terrenal… Lo más importante es salvarnos el alma, porque todo lo demás es insustancial. En este mundo todo es cambiante. También nuestros pensamientos deben estar dirigidos a Dios y a la vida eterna. Porque todo lo terrenal pasará…».
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 104)