Palabras de espiritualidad

El amor de nuestra Madre nos protege

  • Foto: Bogdan Bulgariu

    Foto: Bogdan Bulgariu

Ella trae paz al mundo y se postra ante Dios por los pecadores, implorando Su paciencia, con la esperanza de que los hombres se enmendarán, volviendo al arrepentimiento y la santidad.

La Madre del Señor está en los Cielos, al lado de la Santísima Trinidad. Así la han visto varios santos, a quienes, al invocarla con sus oraciones, les ha revelado el lugar donde está. Nuestro Señor Jesucristo obró el milagro más grande de todos: crear a Su propia Madre, para después nacer de ella. A esa misma Madre, su Hijo la llevó a los Cielos y la situó a Su lado, para que fuera glorificada.

Ella es la Reina de los Cielos y de la tierra, a ella obedecen todos los habitantes de la tierra y todos los ángeles del Cielo; ella trae paz al mundo y se postra ante Dios por los pecadores, implorando Su paciencia, con la esperanza de que los hombres se enmendarán, volviendo al arrepentimiento y la santidad. Ella cubre a la Iglesia con su Santo Manto, protegiéndola hoy, y hasta el fin de los tiempos, Amén.

(Traducido de: Diaconul Gheorghe BăbuțMaica Domnului, ocrotitoarea României, Editura Pelerinul Român, Oradea, 1992, p. 48)