Palabras de espiritualidad

El auxilio de Dios siempre se hace presente

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Un solo pensamiento de pecado puede empezar a roer tu mente como un gusano, llegando a corromper enteramente tu alma sin que apenas te des cuenta.

No basta con luchar solamente contra los pecados más graves, sino que también tienes que luchar contra cualquier pensamiento impuro, por insignificante que parezca. Un solo pensamiento de pecado puede empezar a roer tu mente como un gusano, llegando a corromper enteramente tu alma sin que apenas te des cuenta.

Quien se lamente de su debilidad, argumentando que el poder del demonio es más grande y que es inevitable que este termine dominando al hombre, estará acusando a Dios de ser injusto. Un alma que trabaja con perseverancia obtiene, sin duda, el poder que viene de lo alto; quien luche contra el mal, lo vencerá con la ayuda de la Gracia. “Lo que para los hombres es imposible, para Dios es posible”. Él luchará por aquel que lo invoque sin cesar, y Él Mismo vencerá al maligno, por las oraciones del hombre que persevera y llora por sus pecados, de los que quiere librarse.

(Traducido de: Pocăința sau întoarcerea la Dumnezeu, Extrase din Omiliile duhovniceșt ale Sfântului Macarie Egipteanul, Editura Bizantină, București, 2011; p. 18)