El camino del alma virtuosa
¡Qué maravilloso encontrar un alma así en alguna hermana o en algún hermano! Amando con toda su mente al Señor, a Quien conoce y con Quien quiere estar, esa alma amará y deseará hacer todo aquello que pueda ayudarle en su camino al Cielo.
Cada día y con cada una de sus acciones, el hombre de fe sabe que irá donde Dios le espera, y, porque lo sabe, no solamente no se envanece ante nadie, sino que, lleno de estremecimiento y deilicadeza, se esfuerza en dar cada vez un paso más hacia Dios, de tal modo que, cuando llegue a estar frente a frente con Él, no se sienta avergonzado por alguno de los pasos dados hasta entonces. Se esmera sin cesar, porque no quiere que, en todo lo que haga en el camino luminoso hacia Dios, ni siquiera un instante o alguno de sus actos se vea ensombrecido por algo que no sea agradable ante los ojos de Aquel con Quien habrá de reunirse pronto.
¡Qué maravilloso encontrar un alma así en alguna hermana o en algún hermano! Amando con toda su mente al Señor, a Quien conoce y con Quien quiere estar, esa alma amará y deseará hacer todo aquello que pueda ayudarle en su camino al Cielo.
(Traducido de: Un mare mărturisitor creștin: Preotul Constantin Sârbu, Editura Bonifaciu, București, 2008, p. 166)