El camino del laico hacia la salvación de su alma
Respetando las decisiones de los Santos Padres y de los Santos Concilios Ecuménicos, se ilumina la mente del hombre y la Gracia del Espíritu Santo lo atrae hacia Dios.
Padre, ¿qué consejo le puede dar a un laico, un profesor, un ingeniero, un obrero, o incluso un jubilado, sobre lo que debe pensar o lo que tiene que hacer para alcanzar la salvación?
—La respuesta es muy sencilla. Tenemos que hacer lo que nos enseñan la Santa Escritura y los Santos Padres. El Santo Apóstol Pablo nos dice, especialmente a nosotros, quienes somos cristianos con la Gracia del Espíritu Santo: “Absteneos de todo lo malo y guardad todo lo que es bueno”.
Ya que somos cristianos, aunque alguno conozca mejor el camino a la verdad, y otro menos, en tanto lo conozcamos, aferrémonos a él, porque, respetando las decisiones de los Santos Padres y de los Santos Concilios Ecuménicos, se ilumina la mente del hombre y la Gracia del Espíritu Santo lo atrae hacia Dios. No digamos: “no pasa nada si hacemos esto y lo otro”; lo que tenemos que hacer es respetar las disposiciones de la Iglesia Ortodoxa, tarea que no resulta para nada complicada si nos inclinamos a la verdad. Y Dios nos ayuda en esta empresa.
(Traducido de: Starețul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, pp. 46-47)