El camino a la salvación del alma
Con fe, humildad y amor se han salvado y se siguen salvando justos y pecadores, cultos e incultos, ricos y pobres. Sin embargo, sin la verdadera fe ortodoxa en Dios, sin humildad y sin amor, nadie puede salvarse.
Con fe, humildad y amor se han salvado y se siguen salvando justos y pecadores, cultos e incultos, ricos y pobres. Sin embargo, sin la verdadera fe ortodoxa en Dios, sin humildad y sin amor, nadie puede salvarse.
Refiriéndose a los tiempos que precederían al fin del mundo, un monje de la antigüedad dijo: “En los tiempos postreros, los que sirvan con fervor a Dios, poseedores de grandes dones, se esconderán de los hombres y no obrarán más señales o milagros, como vemos hoy en día. Se apartarán al camino de los trabajos y sacrificios espirituales, llenos de humildad, y, ya en el Reino de los Cielos, se mostrarán aún más grandes que los padres que hoy ensalzamos por sus milagros”.
(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Dragostea – Tâlcuire la Rugăciunea Sfântului Efrem Sirul, Editura Sophia, București, 2007, pp. 185-186)