El camino que andamos no es fácil, pero nos espera una paz eterna
Translation and adaptation:
Las tentaciones de los demonios son constantes, para asolar la casa de nuestra alma, pero el rocío del Espíritu apaga las llamas y nos sirve como agua para la vida eterna.
Heredemos el Reino de los Cielos y esperemos con certeza las bondades de las promesas divinas. El camino de Dios es estrecho y trabajoso, pero el descanso que nos espera es grande, sin límites. Las tentaciones de los demonios son constantes, para asolar la casa de nuestra alma, pero el rocío del Espíritu apaga las llamas y nos sirve como agua para la vida eterna.
(Traducido de: Sfântul Teodor Studitul, Cuvântări duhovnicești, Editura Episcopia Alba Iulia, Alba Iulia, 1994, p. 84)
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