El equilibrio necesario para hacer de esta vida un paso preparatorio para la eternidad
Cuando, rodeados de nuestros bienes, no entendemos su verdadero sentido, Dios nos los quita de las manos, para que lo que no hizo la riqueza lo haga su ausencia.
Si Dios lleva a algunos a vivir en la necesidad y la pobreza, es porque quiere enmendarles el alma e instarlos a que amen la sabiduría.
Nos espera la inmortalidad… Después de los castigos temporales que tienen como fin corregirnos, podremos gozar de la dulzura de las bondades futuras, preparados desde esta vida, habiendo aprendido, como en una escuela, de las enfermedades, las adversidades, las tentaciones, la pobreza y otras aparentes desgracias.
Cuando, rodeados de nuestros bienes, no entendemos su verdadero sentido, Dios nos los quita de las manos, para que lo que no hizo la riqueza lo haga su ausencia.
(Traducido de: Cum să biruim iubirea de arginți, Editura Sophia, București, 2013, p. 48)