Palabras de espiritualidad

El lugar y el tiempo de la oración

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

La creación entera es la iglesia de Dios. Si tú mismo eres iglesia de Dios, ¿por qué te excusas diciendo que no tienes en dónde orar?

«Aun cuando no te encuentres en la iglesia, repite silenciosamente en tu interior: “¡Ten piedad de mí, Señor!”. Clama al Señor con tu mente, sin tan siquiera mover tus labios. Dios nos escucha aun cuando callamos. Lo importante no es dónde, sino cómo oramos. Incluso al bañarte puedes orar. Ora siempre, sin importar en dónde estés. La creación entera es la iglesia de Dios. Si tú mismo eres iglesia de Dios, ¿por qué te excusas diciendo que no tienes en dónde orar? Ante los hebreos se extendía el mar, y a sus espaldas venían amenazantes las huestes de los egipcios. Entonces, Moisés sintió que se llenaba de temor e inmediatamente imploró el auxilio de Dios, sin pronunciar una sola palabra. Y aunque la voz de Moisés no se escuchó, el Señor le preguntó: “¿Por qué clamas a Mí?” (Génesis 14, 15). Luego, Dios lo escuchó, aunque él no pronunció palabra alguna. También tú, cuando te embista la tentación, pide calladamente el auxilio de Dios. Él está todo el tiempo a tu lado, por eso no debes buscar una forma especial para hablarle, como haces con quienes te rodean. “Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y Él dirá: ¡Aquí estoy!” (Isaías 58, 9). Si tienes un corazón puro, el Señor te escuchará y te atenderá en todo momento y lugar».

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieții, Editura Egumenița, p. 196, Galaţi, 2003)