«El Sacramento de la Santa Unción ayuda a que muchos enfermos se levanten de su lecho de sufrimiento. Además, nos limpia de esos pecados que habíamos dejado en el olvido, sin clarificar. Así, te pido que confíes más en la voluntad de Dios que en lo que te diga el primer médico. En lo que respecta a la Santa Unción, no te dejes engañar por las supersticiones y lo que digan los demás. Pidiéndole a Dios Su paz y bendición para ti, no me queda sino desearte lo mejor.

Me cuentas que, debido a lo grave de tu enfermedad, los médicos te han recomendado postergar la celebración de la Santa Unción, a pesar de que este sacramento es indispensable en los casos de dolencias graves. El Apóstol escribe: “Si entre vosotros hay alguno que esté enfermo, que llame a los sacerdotes de la Iglesia para que recen por él y lo unjan con aceite en nombre del Señor. La oración hecha con fe salvará al enfermo, y el Señor lo restablecerá y le serán perdonados los pecados que haya cometido”. Una vez más: con el Sacramento de la Santa Unción, muchos pecados dejados en el olvido y sin clarificar son perdonados».

(Traducido de: Sfântul Ambrozie de la Optina, Sfaturi pentru familia creștină, Ed. Platytera, p. 83)