El valor de los viejos amigos
Los viejos amigos, sin duda, son como la ropa vieja que tenemos en casa: aunque no sea tan elegante o vistosa como la ropa nueva, tenemos que recordar que en algún momento nos sirvió para abrigarnos y confortarnos.
«Lamento mucho que tú y R. hayan perdido aquel vínculo de amistad de antes. Los viejos amigos, sin duda, son como la ropa vieja que tenemos en casa: aunque no sea tan elegante o vistosa como la ropa nueva, tenemos que recordar que en algún momento nos sirvió para abrigarnos y confortarnos. Por eso, no despreciemos a nuestros viejos amigos como si fueran un vestido pasado de moda, para que después no venga alguien a despreciarnos por nuestra antigüedad»
(Traducido de: Filocalia de la Optina. Volumul I, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 149)