En el matrimonio, la paciencia y el amor pueden con todo
Al comenzar la vida familiar se hacen evidentes las cualidades individuales y el carácter, así como los defectos y las inclinaciones, los gustos y el temperamento, aspectos que quizás la otra persona desconocía.
La primera lección que debe ponerse en práctica es la paciencia. Al comenzar la vida familiar se hacen evidentes las cualidades individuales y el carácter, así como los defectos y las inclinaciones, los gustos y el temperamento, aspectos que quizás la otra persona desconocía. Algunas veces pareciera que la adaptación al otro es imposible, que siempre habrá diferencias irreconciliables... Pero el amor puede con todo y esas dos vidas llegan a fundirse en una sola, más noble, más fuerte, más plena, más rica. Y así ha de continuar, en paz y serenidad.
(Traducido de: Cum să întemeiem o familie ortodoxă: 250 de sfaturi înțelepte pentru soț și soție de la sfinți și mari duhovnici, traducere de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2011, pp. 102-103)