No debemos olvidar que, al comienzo, es fácil engañarse al apreciar nuestros sentimientos. En toda relación debe prevalecer el discernimiento. No debemos basarnos sólo en nuestros sentimientos, porque podríamos sufrir una decepción terrible. Esas situaciones son especialmente dolorosas. Por eso, debemos avanzar paso a paso. Es bueno escuchar a nuestro corazón, pero sin llegar a perder la cabeza.

(Traducido de. Dmitrii Semenik, Dragostea adevărată: taina dragostei înainte și după căsătorie, traducere de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2012, p. 80)