¡No regreses a la suciedad de donde saliste!
¡Qué clase de susurros y tentaciones, a cuál más vil, envía el maligno a la puerta del corazón del hombre que ha encontrado nuevamente a Dios, tratando de abrirla!
¡Qué cosa tan terrible es que un hombre, habiendo conocido la dulzura de la salvación espiritual, regrese al camino de sus viejas pasiones! Cuando el hombre decide iniciar una nueva vida con el Señor, cuando un hombre recibe al Señor y al Espíritu del Señor en su corazón, el demonio se desvive tratando de hacerlo volver a “la casa de donde salió”, como dice el Señor.
¡Qué clase de susurros y tentaciones, a cuál más vil, envía el maligno a la puerta del corazón del hombre que ha encontrado nuevamente a Dios, tratando de abrirla! Si caes una y otra vez en esta lucha, levántate pronto y sigue adelante.
¡No desesperes! ¡Hay una salida, si te decides a recibir inmediatamente a Jesucristo, el Salvador y Vencedor!
(Traducido de: Preotul Iosif Trifa, Oglinda inimii omului, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2009, p. 109)