Palabras de espiritualidad

¡Es imposible que Dios no conozca tu problema!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Y debes saber que sólo Dios conoce eso que ni tú ni yo podremos saber nunca.

Caminando a mi lado entre los abetos y hablándome de la grandeza de Dios, manifiesta en la misma naturaleza que nos rodeaba, el padre Porfirio me dijo, repentinamente:

‒ ¿Cuántas hojas crees que tiene este abeto?

‒ ¡Miles, padre...! ¿Cómo saberlo?

‒ Bien, bien. ¡Pero yo quiero saber cuántas tiene exactamente!

‒ Padre, para saberlo tendría que comenzar a contarlas...

‒ ¡Entonces, hazlo! Pero déjame advertirte que no tendrás éxito, aunque te pasaras el resto de tu vida intentándolo. ¿Sabes por qué? No sólo son incontables, en cientos de miles, sino que cada vez que termines de enumerarlas, te saldrá un número diferente. Y debes saber que sólo Dios conoce eso que ni tú ni yo podremos saber nunca, sin siquiera ponerse a contar las hojas de un árbol. Él sabe cuántas hojas tiene este abeto, y todos los demás árboles del bosque, cuidándolos hasta que les llega el momento de morir. Él conoce cada uno de los cabellos que hay en tu cabeza y en la mía, y en la de todos... ¡nadie puede “escapársele”! Así que, ya que Él lo conoce todo, por ínfimo que parezca, como las hojas o los cabellos, y cuida de todo, ¿acaso es posible que no conozca tu problema o que no le importe? Mil veces te respondo: ¡imposible!

(Traducido de: Sfântul Porfirie Kafsokalivitul, Antologie de sfaturi şi îndrumări, Editura Bunavestire, Bacău, pp. 387-388)