¿Es mi corazón un terreno adecuado para la Palabra de Dios?
El corazón de los hombres es un terreno propicio para que en él crezcan las preocupaciones del mundo, las tentaciones de los demonios y las pasiones. En tales condiciones, no es posible que la Palabra del Señor pueda echar raíces.
La causa de la falta de frutos de la Palabra de Dios en la actualidad, no es por culpa de la persona que predica, ni porque ya no ocurran milagros, o por cualquier otra razón argüida por muchos en la actualidad. La verdadera razón de la ineficacia de la Palabra de Dios en la masa de los hombres de hoy, es explicada por nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio; es decir que los hombres ya no son receptivos y en esa tierra es imposible que la Palabra de Dios pueda germinar. Ciertamente, el corazón de los hombres es un terreno propicio para que en él crezcan las preocupaciones del mundo, las tentaciones de los demonios y las pasiones. En tales condiciones, no es posible que la Palabra del Señor pueda echar raíces. Sucede también que los corazones de los hombres se han petrificado, sofocando la semilla de la Palabra. O están llenos de intereses materiales, y no solamente eso, sino que también han sido atrapados y oscurecidos por el odio y la envidia, la embriaguez, la falsedad, la gula, el ardid y toda maldad. Todo esto impide que la Palabra de Dios dé frutos, porque se sofoca entre tanto pecado que hay guardado en el corazón del hombre.
(Traducido de: Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie. O sinteză a gândirii Părintelui Cleopa în 1670 de capete, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 56)