Palabras de espiritualidad

¡Esforcémonos en cumplir los mandamientos del Señor!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

¿Cuál es el hombre que ha alcanzado la perfección? El que ama verdaderamente al Señor y a su prójimo como a sí mismo.

No congratules a nadie antes de que termine de trabajar en lo que es su responsabilidad y tampoco empujes a la desesperanza al que está a punto de morir. Bajo ninguna circunstancia te consideres justo y sin faltas ante el Señor, porque los pecados que has olvidado siguen presentes ante los ojos de Dios. Y es nuestro deber creer que, si esperamos en Él, será fruto de nuestro trabajo. Prefiero ser voluntarioso entre mis hermanos y predicarles, que quebrantar los mandamientos y ser aborrecido por ellos.

Aquel que ha aprendido toda la Escritura, pero ignora los mandamientos de Cristo, mucho será lo que tendrá que trajinar. Por el contrario, el hombre que haga la voluntad de Dios será visto como uno que ha alcanzado la perfección.

El hombre que ha alcanzado la perfección no necesita un lugar especial donde estar, sino sabiduría; por su parte, los más débiles necesitan un lugar elegido cuidadosamente. ¿Y cuál es el hombre que ha alcanzado la perfección? El que ama verdaderamente al Señor y a su prójimo como a sí mismo.

(Traducido de: Sfântul Efrem Sirul, Cuvinte și învățături vol. 1, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 164)