Palabras de espiritualidad

¡Esperemos con fe en las alegrías que Dios nos prometió!

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

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El que confía en Dios, recibe Su amor (Salmo 146, 11), pero el que confía en el hombre, está confiando, de hecho, en la nada.

La definición más simple de la esperanza es “Esperar, con confianza, las bondades prometidas por Dios”. El que confía en Dios, recibe Su amor (Salmo 146, 11), pero el que confía en el hombre, está confiando, de hecho, en la nada.

Pero nosotros ponemos nuestra confianza sólo en nuestra propia capacidad. Si tuviéramos en nuestra vida la parte que eligió María, si estuviéramos a los pies del Señor como lo estuvo Su Santísima Madre, si nos mantuviéramos en oración y pensando en Dios, como lo hace ella, no nos alimentarían los otros, sino los ángeles y serafines del Cielo.

(Traducido de. Arhimandrit Cleopa Ilie, Îndrumări duhovniceşti pentru vremelnicie şi veşnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 164)



 

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