Estamos llamados a hacernos santos... ¡nada más!
Si te lamentas con egoísmo, irás al infierno. Sin lucha, la vida se vuelve una carga.
A menudo recreamos cosas del pasado, para explicar por qué nos hallamos en determinado estado, en vez de luchar contra él. ¡Esto es un error! ¡Es también un pecado! Es como si jugáramos con los demonios. Recordemos que somos libres.
La desesperanza es una invitación que le hacemos al demonio.
Si te lamentas con egoísmo, irás al infierno. Sin lucha, la vida se vuelve una carga. San Lorenzo de Chernigov decía que el fin del mundo vendrá cuando una multitud de santos reemplace el número de ángeles caídos. Si ya no hay santos, el mundo se arrastrará más lejos en una deplorable, mezquina y desoladora existencia. ¡Estamos llamados a hacernos santos... nada más!
Padre Adrián del Nuevo Diveevo († 1979)
(Traducido de: Cum să biruim deprimarea, 153 de sfaturi practiy ce din învăţătura Sfinţilor Părinţi, Editura Sophia, 2003, p. 103)