Esto es la Madre del Señor para nosotros y para la naturaleza entera
La Madre del Señor es el muro que destruye las olas que el demonio desata en contra de los planes de Dios, en contra de las obras de Dios, en contra de la Iglesia de Dios, en contra de todos los seres del Reino de Dios.
La naturaleza entera exalta a la Santísima Virgen, quien es la medida de su perfección y plenitud.
Para las flores, ella es la rosa más especial de todas. Para las aves, la Madre del Señor es la tórtola que refulge como el oro, la paloma más pura, el ruiseñor de más dulce canto. Para los animales, la Madre del Señor es la oveja que engendró al Cordero de Dios. Para las bellísimas estrellas, la Madre del Señor es el lucero de la mañana, que anuncia el amanecer del Sol de la vida, Cristo.
La Madre del Señor es el muro que destruye las olas que el demonio desata en contra de los planes de Dios, en contra de las obras de Dios, en contra de la Iglesia de Dios, en contra de todos los seres del Reino de Dios.
(Traducido de: Arhiepiscopul Iustinian Chira, Cuvintele Părintelui ‒ un ghid al frumuseții lăuntrice, Editura Mega, Cluj-Napoca, 2009, pp. 66-67)