Formando en la fe a nuestros hijos
Es especialmente importante que ustedes, como padres, logren, con la ayuda de Dios, despertarles en la conciencia el respeto por los mandamientos de Dios y la idea de las nefastas consecuencias de su vulneración.
«Mi opinión, en lo que respecta a la lectura, es la siguiente: ante todo, ocupa la joven mente con la historia bíblica y la lectura de las vidas de los santos; esto lo harás a tu elección, para ir sembrando en tus hijos el temor de Dios y la verdadera vida cristiana. Es especialmente importante que ustedes, como padres, logren, con la ayuda de Dios, despertarles en la conciencia el respeto por los mandamientos de Dios y la idea de las nefastas consecuencias de su vulneración. Todo esto lo entenderemos a partir del ejemplo de nuestros proto-padres, quienes gustaron del árbol prohibido y por tal razón fueron expulsados del Paraíso.
Las fábulas de (Iván) Krylov pueden ser dejadas a un lado por un tiempo, para que los pequeños aprendan a memorizar algunas oraciones, el Credo y algunos salmos elegidos... De esto proviene todo bien y todo lo que es bueno. Al contrario, la pereza y la dejadez para encender en nuestros hijos el temor de Dios son las causas de todos los males y fracasos. Sin el hálito del temor de Dios, no importa lo que les pongas a hacer, que no producirán buenos frutos en lo referente a la moralidad y una vida equilibrada. Una vez les insufles el temor de Dios, todo lo que hagan será bueno y provechoso.
Que no se te olvide que las preocupaciones exageradas no son bienvenidas. Debes actuar con sencillez, con simplicidad, confiando en el auxilio de Dios, ese que debes pedir siempre...».
(Traducido de: Sfântul Ambrozie de la Optina, Sfaturi pentru familia creştină, Editura Platytera, Bucureşti, 2006, p. 63)