Hoy comienza nuestra “escalada” hacia la Resurrección del Señor
Este Ayuno previo a la Santa Pascua constituye el tiempo bendecido en el cual el hombre es llamado a atravesar el trecho que va desde lo profundo del infierno, hasta llegar a obtener una mente que puede ver a Dios.
Este período del Gran Ayuno, y especialmente el Canon de San Andrés de Creta, nos ayuda, por una parte, a ser conscientes del estado de infierno en el que muchas veces caemos la mayoría de nosotros, y por otra, a salir de ese infierno y buscar a Dios, hasta poder conocer ya desde este mundo el misterio del Reino de los Cielos.
Los cuarenta y siete días de este Ayuno previo a la Santa Pascua constituyen el tiempo bendecido en el cual el hombre es llamado a atravesar el trecho que va desde lo profundo del infierno, hasta llegar a obtener una mente que puede ver a Dios.
Esto es algo que puede realizarse por medio de la contrición, por una parte, y con un estado de permanente oración y siendo conscientes de nuestras propias faltas, por otra. Además, es necesario mantener la mente siempre dirigida a Dios, día y noche.
(Fragmento de la prédica pronunciada por Su Alta Eminencia Teófano, Metropolitano de Moldova y Bucovina, al oficiar el Gran Canon de San Andrés de Creta, en la Catedral Metropolitana de Iaşi, Rumanía)