Humildad significa salvación
La perfección de la vida cristiana no estriba en resucitar muertos, hacer milagros o sanar enfermos. El perfecto poder de la fe radica en la perfecta humildad.
Dios le revela —gradualmente— muchos misterios al hombre, porque todo lo que pedimos con fe, Él nos lo otorga. Lo único que se nos pide es hacernos humildes. La humildad plena es la perfección de la vida cristiana. La perfección de la vida cristiana no estriba en resucitar muertos, hacer milagros o sanar enfermos. El perfecto poder de la fe radica en la perfecta humildad. El Señor dice: “¿A quién voy a dirigirme, sino a los mansos y humildes?”. Sólo los mansos y los humildes entrarán en el Reino de los Cielos. La humildad y la mansedumbre son virtudes divinas, y el Señor quiere que Sus hijos sean recompensados (con ellas). Por eso —y por nuestro propio bien— debemos ser pacíficos, serenos, juiciosos, mansos. Debemos saber enfrentar los dolores del corazón.
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, p. 127)