La aspiración que debería tener todo cristiano
La más excelsa teología no consiste en hablar de Dios, ni en simplemente contemplar Su creación.
La más excelsa teología no consiste en hablar de Dios, ni en simplemente contemplar Su creación. El conocimiento de Dios a partir de lo creado, desde la admiración de la belleza del universo (macrocosmos) y de la persona (microcosmos), llamado por San Máximo el Confesor “contemplación natural en el espíritu”, es algo que concierne sólo a los principiantes. La más excelsa teología cristiana es unirse a Dios con nuestra vida, es decir, con nuestra fe, nuestra mente y la práctica que hacemos de las virtudes.
(Traducido de: Arhimandrit Cleopa Ilie, Arhimandrit Ioanichie Bălan, Lumina și faptele credinței, Editura Mitropoliei Moldovei și Bucovinei, Iași, p. 134)