La boda es el símbolo del enlace espiritual, las nupcias del alma con Cristo, por medio del amor del alma a Él.

La novia de Cristo son las almas de los fieles. La inmaculada Iglesia es, asimismo, Su Novia.

Así, el alma que no se une con el amor de Cristo, lo hace con las pasiones terrenales y con los demonios.

La viuda simboliza el alma propia llena de tristeza, alejada de Cristo, el Novio Celestial, y la falta de Su amor.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Simboluri şi semne, Editura Sophia, Bucureşti, 2009, p. 66)