Palabras de espiritualidad

“La causa de la salvación es el prójimo”

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Sé perseverante y valiente, sabiendo en Quién crees, con las armas de Quién te revistes y Quién te ayuda, para que Dios no pierda a nadie por culpa de tu propia ineptitud.

Aquel que tenga el don o “el espíritu del amor, de la paciencia y de la humildad”, al luchar según la ley (II Timoteo 2, 5), y la ley sea el amor, podrá ver cosas maravillosas. Así, por ejemplo, nosotros no conocemos los misterios de Dios, como a quién salva y a quién condena. Si se trata de salvar a aquel que te perjudica sin piedad, con tu paciencia, tu perdón sincero (Mateo 18, 35) y tu propia oración Dios le doblegará y con de tu humildad apartará los demonios que haya en él. Si aquel hermano aún tiene que seguir sufriendo el sometimiento, o va a perder su alma, con tu actitud de acuerdo a lo que Dios quiere su maldad crecerá, y se encenderá salvajemente en contra de Él.

¡Así, que no se te olvide que eres un soldado de Dios! En consecuencia, sé perseverante y valiente, sabiendo en Quién crees, con las armas de Quién te revistes y Quién te ayuda, para que Dios no pierda a nadie por culpa de tu propia ineptitud. Porque dicen los Padres: “la causa de la salvación es el prójimo”.

(Traducido de: Din învățăturile Părintelui Arsenie Boca – Rostul încercărilor, Editura Credința strămoșească, Petru Vodă – Neamț, 2008, p. 65)