La contrición nos regala la paz
“Me respondieron que habían pasado ya unos cinco o seis años desde su última confesión...”
Una vez vinieron buscarme unas personas, agobiadas por un cúmulo de pruebas y aflicciones, tanto, que dijeron que se sentían “como si estuvieran en el infierno”. Les pregunté:
—No quiero que se enfaden, pero ¿cuándo se confesaron por última vez?
Me respondieron que habían pasado ya unos cinco o seis años desde su última confesión. Les dije:
—¡Entonces, se han ganado el derecho a sentirse en el infierno ya desde esta vida!
Y les pedí que fueran a buscar a su padre espiritual y se confesaran. Luego de unos meses volvieron a buscarme, pero esta vez me dijeron que ya no se sentían en el infierno, sino en el Cielo.
(Traducido de: Părintele Proclu Nicău, Lupta pentru smerenie și pocăință, Editura Agaton, Făgăraș, 2010, p. 17)