La dependencia en las relaciones de pareja consiste en concentrar persistentemente nuestros pensamientos en la persona a quien amamos. Pero la dependencia condiciona, en gran parte, nuestro estado emocional y físico, hasta nuestra capacidad laboral y nuestras relaciones con los demás. Es decir, toda la vida del dependiente es condicionada por ese estado, determinando su vida de una manera negativa, haciéndolo más infeliz que feliz. Así, incapaz de ser feliz por sí mismo, el individuo se ata a la esperanza de la felicidad que podría ofrecerle esa relación. Y espera que todo sus sufrimientos espirituales, su falta de confianza en sí mismo y todos sus complejos puedan ser sanados por el amor... y aunque al principio parezca que todo avanza bien, esa sensación no dura mucho. Aparecen los conflictos, los malentendidos, la insatisfacción con el otro y consigo mismo. Sin darse cuenta, el individuo sufre más de lo que sufría estando solo, quedándose a la espera de una nueva, dolorosa e inevitable ruptura.

¿Por qué a ciertas personas les sucede esto, en cada una de sus relaciones? Porque

(Traducido de: Dmitrii Semenik, Dragostea adevărată : taina dragostei înainte și după căsătorie, Traducere de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2012, pp. 22-23)