Palabras de espiritualidad

La desobediencia nos arrastra al dominio del maligno

  • Foto: Benedict Both

    Foto: Benedict Both

La persona se deja gobernar por el demonio, y este la lleva a donde le apetece, como si se tratara de un prisionero.

Tenemos que educar a los jóvenes en la obediencia, porque bien podría decirse que todos los males tienen su origen en la desobediencia. Con el paso del tiempo, un mal hábito se vuelve tan perjudicial, que ni siquiera el mejor de los consejos puede ayudar a quien se ha entregado al vicio. Cuando esto ocurre, la persona se deja gobernar por el demonio, y este la lleva a donde le apetece, como si se tratara de un prisionero. Él es quien les dicta a los jóvenes toda clase de órdenes maliciosas, que ellos ejecutan con agrado, alegrándose solamente con el placer presente, sin pensar en ningún momento que después vendrá el dolor. Por eso, les pido que ayudemos a nuestros jóvenes, para que no seamos nosotros quienes tengan que responder por sus malas acciones.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Părinții și educarea copiilor, traducere de Ieromonahul Benedict Aghioritul, Editura Agapis, București, 2007, p. 11)