La diferencia entre quejarnos y ser agradecidos
El que siembra infelicidad cosecha infelicidad y acumula desasogiego. Por su parte, aquel que siembra doxología recibe la felicidad divina y la bendición eterna.
Quejarnos puede convertirse en un hábito, porque una queja trae otra, y esta otra más… Luego, una infelicidad da lugar a otra, y así sucesivamente. El que siembra infelicidad cosecha infelicidad y acumula desasogiego. Por su parte, aquel que siembra doxología recibe la felicidad divina y la bendición eterna.
Quien hace una costumbre de quejarse, por más bendiciones que Dios le envíe, es incapaz de mostrarse agradecido. Por eso, la Gracia de Dios se aparta de él y quien se le acerca es el maligno, quien le persigue constantemente y lo empuja a toda clase de adversidades, en tanto que al agradecido lo persigue Dios con Sus bendiciones.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, Vol. V Patimi și virtuți, Editura Evanghelismos, București, 2007, p. 140)