La Eucaristía y sus beneficios sobre el cuerpo y el alma
El cristiano que se acerca a la Santa Comunión lleno de temor de Dios, con fe, devoción y suficientemente preparado para ello, se hace merecedor de incontables dones y beneficios espirituales.
Debes saber que al comulgar estás comiendo de la mismísima Carne y bebiendo de la mismísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Dice el Santo Apóstol Pablo: “El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo?" (I Corintios 10, 16).
El cristiano que se acerca a la Santa Comunión lleno de temor de Dios, con fe, devoción y suficientemente preparado para ello, se hace merecedor de incontables dones y beneficios espirituales.
A quien comulga con fe, devoción y humildad, la Eucaristía le otorga la purificación de sus pecados, santidad, vida eterna y salud, tanto física como espiritual.
(Traducido de: Arhimandrit Cleopa Ilie, Îndrumări duhovniceşti pentru vremelnicie şi veşnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 274)