La fe obra sólo por medio del amor puro
Una fe sin amor al prójimo es como una tierra que absorbe la lluvia que cae del cielo, pero no la libera en forma de manantial, sino que la guarda sólo para sí misma. ¿Acaso no es éste el caso de tu fe?
Una fe de la cual no brota el amor, es como un canal que ha sido sellado u obstruido. Una fe sin amor al prójimo es como una tierra que absorbe la lluvia que cae del cielo, pero no la libera en forma de manantial, sino que la guarda sólo para sí misma. ¿Acaso no es éste el caso de tu fe? Una fe sin amor es como un leño que arde, pero no da calor. ¿Acaso no es éste también el caso de tu fe? ¿Acaso el canal de tu vida ha sido cegado allí en donde debería brotar el amor?
El Reino de Dios vendrá a nosotros sólo en la medida en que nuestros corazones se llenen de amor cristiano. Porque el Señor dijo: “En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros.” (Juan 13, 35).
(Traducido de: Preot Iosif Trifa, Mai lângă Domnul meu, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2003, p. 79)