Dios no desea que Sus hijos sean unos quejosos, que sólo saben lamentarse por el pasado. Él quiere que Sus hijos sean felices, viendo sólo hacia el futuro y hacia la eternidad.

¿Quién es feliz? Es feliz el que cree en Dios. Ése es feliz. Y si alguien cree en Dios, y aún así no es feliz, es porque en verdad no cree en Dios, o no cree suficientemente. La fe en Dios es fuente de felicidad.

Si te hallas en el camino de la felicidad, aunque tengas que atravesar aflicciones, puedes conseguir ser feliz.

(Traducido de: Părintele Teofil Părăian, Veniți de luați bucurie)