La felicidad terrenal no dura eternamente
En contra de cualquier felicidad terrenal nuestra, se alza una conspiración invisible. Justo cuando empiezas a asentarte bien en el nido de la felicidad y a sentir su calor, inesperadamente asoma su cabeza la serpiente.
Cuando la felicidad construye un nido para tí y los tuyos, no creas que te seguirá consintiendo durante mucho tiempo, o a los tuyos. En contra de cualquier felicidad terrenal nuestra, se alza una conspiración invisible. Justo cuando empiezas a asentarte bien en el nido de la felicidad y a sentir su calor, inesperadamente asoma su cabeza la serpiente. La felicidad terrenal es la misma que la serpiente le prometió a Eva y he aquí que la misma serpiente llega hasta tí, para mostrarte el disfraz de tu felicidad.
Una mamá se lloraba amargamente sobre la tumba de sus dos hijos:
—Señor, ¿no podías haberte apiadado de estos dos gusanitos?
Y la respuesta, por parte de Dios, vino por medio de un sacerdote,
—Mama, Dios se apiadó de tus dos gusanitos, por eso se los llevó. Para tí eran dos gusanitos, pero para Dios serán dos angelitos. Dios se apiadó también de tí, por eso se los llevó, porque te habías acomodado demasiado con ellos, en tu nido de felicidad y no notaste la cabeza de la serpiente que estaba debajo del nido.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Gânduri despre bine și rău, Ed. Predania, București, 2009, p. 49)